La gente te tratará según los valores que vea en ti.
La gente te tratará según los valores que vea en ti. Lo bueno se cuida, lo malo se desprecia.
Cuando pasas por una calle o un parque impecable y pulcro, donde no se encuentra ni un solo papel por el suelo, no se te ocurre arrojar nada. El mismo instinto te lo impide. Si por el contrario transcurres por un lugar lleno de porquerías, probablemente no tengas los mismos escrúpulos y tu mente se escudará en el pensamiento “total, no lo cuidan….”
Con nuestra persona ocurre lo mismo: Nos tratarán según lo que ofrezcamos. A nadie se le escapa que recibimos lo que damos. Quien es amable recibe bondad y quien siembra vientos cosecha tempestades. Se te acerca una persona elegante, formal, educada y con una mirada de bondad te dirige la palabra, ¿Cómo le respondes? ¿Reaccionarías igual ante alguien que se te acerca con postura hostil, amenazante, profiriendo insultos y que además trae pinta de no haberse aseado en semanas y con vestidos andrajosos? Tu reacción sería inevitablemente diversa. Ante el primero sacarías lo mejor de ti para ponerte a su altura y corresponder a sus expectativas sobre ti. Ante el segundo correrías lo antes posible a ponerte a salvo.
Si quieres atraer a las personas nobles, sé noble. Si quieres atraer a los educados, sé educado, si quieres gente de paz, muestra que eres de paz. Si valoras las cosas positivas te vas a rodear de personas positivas, si vives conscientemente, con responsabilidad y dinamismo, atraerás a personas conscientes, responsables y dinámicas.
La respuesta que los demás te den será un perfecto reflejo de lo que emites. Tu actitud ante los demás va a ser lo que marque la diferencia.